24 de septiembre de 2007

ESPACIO VACIO


Si tienes algo dentro de la cabeza, de la vejiga o de alguna otra víscera hueca de tu cuerpo, es aqui donde puedes depositarlo y dejar que otros jueguen con su contenido.

Luego no te quejes.

Manticora

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Negar el derecho a quejarse por razaones que unos poseen y que esos unos pretenden implantar a otros, no parece cosa muy lícita. Pondré algún ejemplo de rabiosa actualidad: "Ninguna película española entre las 25 más rentables del año". La versión de directores, productores, actores y demás miembros de la grey cinematrográfica española es algo así como: el público está preso de campañas publicitarias agresivas que venden cine norteamericano, se hace una distribución que perjudica al cine nacional, el público prefiere el producto fácil de digerir... Y otro sin fin de justificaciones exculpatorias que tienen como fin último el que no se ponga en cuestión si lo que se está ofreciendo tiene algún interés o no para el público que, desde mi constatado punto de vista, llena los multicines. Aquí también podría alguien decir: "luego no os quejéis".
Yo quiero ser como aquél personaje de la película de J. L. Cuerda (Amanece que no es poco)que le decía a su compañero de reparto: "Yo también quier o ser un intelectual". Le daba razones en las que, francamente, todo eran ventajas. La principal para mi es poder decir "luego no te quejes", que yo ya te lo avisé desde el luminar en el que habito y contemplo como os aborregáis.

Anónimo dijo...

Aceptar un criterio más o menos objetivo para valorar cualquier cosa supone la aceptación implícita de que creará una élite, los que lo aceptan, una facción revolucionaria, los que aceptan lo contrario, y una fracción pasiva, los que sobreviven (más se aburren).

Anónimo dijo...

¿"Facción revolucionaria"? ¿Has conocido muchas élites revolucionarias? La revolución busca subvertir el orden que mantiene los privilegios de las élites. Estos últimos tan sólo pretenden crear una barrera sanitaria entre el rebaño y sus egregias majestades. Y el rebaño, claro, se aburre. Sólo pastar y pastar, sin deleitarse en la contemplación del hecho creativo, engordando y adocenándose.
Larga vida a los revolucionarios, sin los cuales no tendríamos criterios objetivos para discernir si vivimos o sobrevivimos.

Anónimo dijo...

A veces el público no es tan pasivo y decide reventar taquillas imponiendo una elección que nadie esperaba.
"Qué tan lejos", película ecuatoriana, se ha convertido en el número uno de taquilla en los cines Renoir y Verdi de Madrid y Barcelona. Familias enteras han rebosado los cines para ver "nuestra manera de ser, es Ecuador en estado puro.."

Lo cierto es que la elección de un producto está tan mediatizada y con frecuencia tan dirigida, que son escasos los ejemplos de imposición por parte del espectador. Publicidad, distribución y pobre opinión para enfrentarse a la idea dominante.
Me pregunto si la nueva asignatura de Educación para la ciudadanía tendrá en cuenta todo esto.

Anónimo dijo...

tocapelotas: si tocaras menos pelotas y leyeras atentamente, lo que he dicho es exactamente lo que me criticas. Pero claro, a lo mejor eres revolucionario y quieres echar abajo mi elite. O no.

Anónimo dijo...

Yo lo que quiero es tomar al asalto cualquier palacio de invierno. El que sea, me da igual. Dime en cuál habitas para poder avisarte a tiempo. La revolución es la revolución, pero los colegas son los colegas.

Anónimo dijo...

Coma usted mierda. Quinientos millones de moscas no pueden estar equivocadas.

Anónimo dijo...

La historia está repleta de revoluciones que se sostienen en aniquilar el desorden existente para imponer el propio.
Y quién piensa que existe un "criterio objetivo"?
Un criterio independiente del propio sujeto que experimenta de una manera concreta? Mera ilusión.
Creo que la realidad con la que tratamos de entendernos es un producto de nuestras percepciones y después, la comunicación, añade la perversión necesaria para alejarnos aún más de la supuesta objetividad.

Anónimo dijo...

La perversion para alejarnos de la objetividad. Muy bien, muy bien.
Como diría el Gallaher del poema de Juan Gelman, estoy cansado de tener que ser bueno sin tener ganas.

Anónimo dijo...

Revolución, la de este urinario de Duchamp: un giro radical en las ideas de arte tradicional.
Un objeto ordinario, fabricado en serie, desubicado, adquiere una nueva identidad. Destacar la idea sobre el proceso. El artista "único, sagrado" queda destronado. Cualquiera puede ser un artista? La importancia de la idea transmitida como elemento del arte moderno.
A principios del siglo XX cristalizaron muchas revoluciones....

Anónimo dijo...

"come mierda" y "tocar pelotas" me parece subjetivamente excesivo.

Anónimo dijo...

Estimado L. Malacara, creo que el experimento sobre las entradas agrietadas o con puertas abiertas no necesita de más argumentaciones. Esta es la linea de la vida bloguera. Seamos una mosca más, entre quinientos millones.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no leía argumentos tan deslabazados en el blog (con escasa excepciones). No era necesario tomar la imagen tan en serio: algo más que meadas espero de vosotros.

José L. Muñoz Expósito dijo...

Siempre es menos entrópico el conjunto de alimentos que ingieres que el depósito que viertes tras la digestión; de ahí el nivel, sr. Malacara

Anónimo dijo...

La revolución es privilegio de las élites, tanto en los movimientos artísticos como políticos. Luego, covenientemente adoctrinados, los ciudadanos se dejarán matar y matarán en nombre de la revolución, y los artístas colocarán sus cuadros en museos y salones.
El proletario, sea el postindustrial o el postmoderno, suficiente tiene con sobrevivir o cambiar de movil cada tres meses.
Saludos

Anónimo dijo...

Mantícora habla de "argumentos deslabazados" y José L. d'Artagnan de "niveles". ¿Qué quiere decir el sr. d'Artagnan con los de "niveles"? ¿Excesivamente planos los vertidos hasta ahora, para su gusto? ¿Qué es un blog (vivo, por supuesto)? ¿Un espacio abierto a la expresión libre de ideas, sensaciones, lecturas o creaciones, siempre desde el más escrupuloso respeto hacia el otro en formas y contenidos? Pues si, supongo que será eso. Pero sobre todo ha de estar vivo y esa es la piedra angular que los demiurgos del artefacto deben convertir en luz y guía de su,nunca bien agradecida, tarea. Si además se pretenden objetivos catéquicos o didácticos, habrá que "dejar que los niños se acerquen a mí". De otra manera, la cumbre se nos acabará clavando en el culo (creo que esto fue cosa de Cela y luego lo copió Sabina).

José L. Muñoz Expósito dijo...

Sólo quise decir que me gusta la polémica sobre lo interesante, no la polémica por la polémica. Quizá es más aburrido, no digo que no. Pero no me llenan los discursos vacíos. Es lo que hacen los políticos que tenemos. Esta es mi revolución: inteligente, fría, incruenta. Abocada al fracaso.

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Y ahora me dirijo a vosotros y os pregunto:
Para nosotros, hijos de la Inteligencia, para nosotros, hijos del Pecado, ¿no es acaso la llamada de la Estupidez, ese amor inconfesable, la lejanisima, nostálgica llamada del paraiso perdido?
Quedad con dios y revolucionaos a placer. Luego no os quejeis.

Anónimo dijo...

Manticora, las meadas pueden ser algo muy serio, sobre todo si se acompañan de sangre. Y muy divertido si se salen del tiesto y no manchan ni huelen.
Aquí nadie toca las pelotas aunque haya quien lo piense y no le guste la sensación, es comprensible.
A todas esas almas mancilladas, les pediría que potenciaran los riñones y mearan más fuerte, en el urinario, en Duchamp y en las élites. Cualquiera os dirá que es malisimo aguantarse.