18 de septiembre de 2007

ESPACIO VACIO


Nuevo juego, nuevo artefacto.

Que el más osado de los lectores agarre con fuerza el rabo de la mantícora y proponga, desde su sapiencia desbordante, esa temática a desbrozar, esa realidad a cambiar, esa irrealidad por soñar.

Entre todos y ayudados por las mandíbulas de nuestro totem, daremos cumplida respuesta a sus penurias.

Es vuestro espacio, queridos lectores, vuestro ESPACIO VACÍO.

2 comentarios:

José L. Muñoz Expósito dijo...

En el país digital de hoy:

Nova celebra 200 títulos de robots, alienígenas, utopías y astronaves

Allá por los ochenta, Isaac Asimov ya advirtió de que algunos de los grandes sueños de la ciencia-ficción, como el control gravitacional o el viaje en el tiempo, eran "probablemente imposibles", mientras que otros, como el uso de los agujeros negros, los imperios galácticos o la telepatía, "parecen ser improbables en extremo". Ayer, el director Álex de la Iglesia, invitado especial a la conmemoración de los 200 títulos de la colección literaria decana del género, la ya legendaria Nova (de Ediciones B), expresó una reflexión parecida al observar que los escenarios que retrataba la sci-fi hace unos años no se han materializado y "el futuro no ha llegado". Una decepción quizá, pero también un estímulo para seguir leyendo. Y, quién sabe, a lo mejor un alivio, pues como el propio creador de Yo, robot escribió, "los sueños de la ciencia-ficción pueden convertirse fácilmente en pesadillas".

Miles de esos sueños vivos y esperando -acaso- su cumplimiento, historias de robots, astronaves, extraterrestres y utopías residen en los dos centenares de títulos que Nova, la colección más longeva y extensa de la historia de la ciencia-ficción en España, ha ido publicando desde su nacimiento en marzo de 1988. De hecho, según calculó ayer Miquel Barceló, director y alma de la colección, amén de uno de los grandes especialistas en el género, Nova sobrepasa con mucho los 200 títulos si se suman las colecciones paralelas y especializadas como Nova Fantasía, Nova Éxito o Nova Scott Card.
Scott Card recomienda

Para celebrar la efeméride, Nova ha elegido publicar con el número 200 una antología de relatos que, bajo el título de Obras maestras, la mejor ciencia-ficción del siglo XX, ha seleccionado personalmente Orson Scott Card, uno de los grandes autores del género y cuyo extraordinario El juego de Ender -con el que tanta gente se inició en la ciencia-ficción- fue el número cero de la colección (otros títulos de nuestro mormón favorito -Scott Card profesa ese credo- sirvieron para celebrar los números 50 y 100 de Nova). La antología incluye magníficos relatos de los clásicos de la Edad de Oro (Asimov, Bradbury o Clarke), de los grandes de la Nueva Ola (Silverberg, Aldiss, Ursula K. Le Guin) y de los representantes de lo que Scott Card denomina "la generación mediática" (William Gibson, C. J. Cherryh, John Crowley o George R. R. Martin, del que se incluye el estremecedor Los reyes de la arena -uno de los mejores cuentos jamás escritos por un autor del género-).

Barceló aprovecha para comentar qué tal va el género. "Hay un repunte de la ciencia-ficción que tiene cuerda para rato. En nuestro país se manifiesta en que prosperan las colecciones y aparecen otras. Las mujeres están haciendo cosas muy interesantes en el género. Aunque al lector español le cuesta adentrarse en autores nuevos. En definitiva, el futuro será indudablemente distinto del día de hoy, y ¿cómo te entrenas para vivirlo?: el mejor aprendizaje sigue siendo la ciencia-ficción".

Jacinto Antón

Anónimo dijo...

Pues yo tambien voy a aprovechar esta carta blanca en forma de cuadro blanco.
Hace unos dias encontré muy subrayado (con lapiz de colores, como lo hacía antes, en esta caso marrón) un párrafo de un libro que tenía muy olvidado de Alberto Savinio. Los que no lo conozcais, es un autor ligeramente maldito de la generación de Italo Calvino, muy sarcástico, con frecuencia acre,comprometido con el realismo expresionista, hermano del pinto De Chirico. Tengo varios libritos comprados en saldos del VIPS y así. Uno de ellos es un raro y divertido ensayo sobre Maupassant (y el otro) en el que se imagina todo lo que le pasó en realidad.
A lo que voy, os reproduzco el texto:
"El esfuerzo que hace el hombre por subir los escalones de la inteligencia es tan doloroso, es tan desesperado... Los daños que resultan de una inteligencia incompleta son tanto más grandes que los que puedan derivarse de una estupidez franca y docil"
La felicidad, dice un amigo mio, es tener salud y mala memoria. Puede. De lo que estoy seguro es de que nunca es al revés.
(PD: quien se dé por aludido que se compre un androide y se vaya a un karaoke)