8 de octubre de 2007

ESPACIO VACIO

Ya sabes lo que hay que hacer

4 comentarios:

José L. Muñoz Expósito dijo...

Todo efecto tiene su causa?

Hay una explicación para todo?

Puede la Ciencia englobar, explicar y prever todo lo que existe?

Es cierto que quien entienda las causas domina los efectos?

Anónimo dijo...

Sin aparente relación con lo anterior.
España: cifra oficial de alumnos que acaban su escolarización obligatoria sin el Graduado en ESO: 30%
Hijos de trabajadores industriales que siguen estudios después de la ESO: 27,5%
Hijos de profesionales que siguen esos estudios: 85%
Conclusión: fracaso escolar que afecta a más de un tercio de jóvenes de 16 años en su mayoría de clase obrera.
¿Es esta una causa de la perpetuación de las clases sociales?
Es sólo el fenómeno de la pescadilla que se muerde la cola para saciarse con lo inmediato y no creer que se muere de hambre si busca algo más alejado?

Anónimo dijo...

Un dato Bakel:
cuando se hizo público ese estudio, la variabilidad en el fracaso escolar era explicada o dependedía más claramente de la familia de procedencia (nivel cultural / formativo de los padres) que del colegio donde cursaban estudios.
Una de las conclusiones es que los colegios son incapaces de corregir las diferencias que marca el medio socio familiar (los más extremos dirían que las escuelas valen para poco).

José L. Muñoz Expósito dijo...

Estoy de acuerdo con Malacara: entre todos los factores que pesan, la actitud de los padres ante la escuela es la que más.

La escuela no rinde más por la extrema dicotomía entre lo que la sociedad demanda y para lo que forma.

La reforma más importante es la universitaria. Y curiosamente es la última en abordarse.

Desde la experiencia: no saca mejores notas el más válido o el que más estudia, sino el que valora y es consciente de su propio proceso de aprendizaje. La motivación es mucho más importante que las capacidades a priori (siempre manteniendonos fuera de la deficiencia o la superdotación. Y me temo que la motivación es un 90% trabajo de padres.

Puede esto entenderse como balones fuera: no, he empezado diciendo que los profesores ni tienen los medios suficientes ni adecuados ni la formación necesaria para abordarlo que de ellos se espera. En muchos casos, PERO NO TODOS, se añade una falta de actitud gravísima: síndrome del funcionariado. En otros, la dejadez apática debida a la continua banalización de la cultura, el esfuerzo y la educación.